En el año de 1760, un anciano negro koromantino, quien estaba considerado como un verdadero profeta entre los habitantes de la parroquia Santa maría, Jamaica, manifestó que tenía un mètodo infalible para ahuyentar a los ladrones, merodeadores e indeseables.
Su método consistía en tomar una pluma, algunas cáscaras las desmenuzaba y mezclaba con el ron para formar una pasta, la cual introducía en una botella. Antes de sellarla con cera o esperma de vela, se dejaba la punta de la pluma por fuera.
Se comentaba que esta botella puesta sobre una repisa dentro de la casa, ahuyentaba los ladrones. Si se colgaba sobre la cerca o en la puerta, alejaba a los merodeadores y a toda visita no deseada.
Magnus Brunus
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