domingo, 3 de julio de 2011

Oración por la madre difunta


Dignaos, oh Dios y Señor mío, recibir los ruegos que desde lo más íntimo de mi corazón dirijo por mi venerada madre que con tanta ternura me amó hasta su último suspiro.

No echéis en olvido, Padre Universal de todos los hombres, sus desvelos para fortalecer mi infancia, sus cuidados para librarme de todo mal, su celo en educarme bien y cristianamente, sus discretos y piadosos consejos para hacerme aborrecer el mal y abrazar la virtud.

Acordaos, Señor, de las lágrimas que ha derramado por amor mío desde mi cuna, y de sus deseos de que os sirva con fidelidad. Desarmen sus virtudes, oh Dios mío, vuestra justicia y perdonadle las flaquezas que por a mor a su hijo hubiese cometido.

Haced, Señor, que esté en vuestra divina compañía para recibir el premio a sus trabajos; y a mi, Redentor mío, concededme la gracia de que al salir de este mundo vaya a acompañar en la gloria a mi tierna madre para que todos os alabemos por toda la eternidad amén.


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