domingo, 3 de julio de 2011

Oración a la Inmaculada


Ante ti, joven virgen nazarena, de corazón cautivado por la ternura divina, me atrevo a rogar:

Ayúdanos a creer como personas en el amor. Que ningún sacrificio nos parezca demasiado grande si es preciso para que nuestra vida madure fértil, dando ayuda a los demás.

Enséñanos a escuchar la vos de Dios en nuestro espíritu y en los clamores de nuestro pueblo; no nos dejes ahorrar esfuerzos en la tarea de prepararnos para servir a la gente humilde y empobrecida de nuestro entorno.

Acércanos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Introdúcenos en su corazón, hasta que lleguemos a compartir sus sentimientos y seamos dignos de acompañarle en la Pascua Latinoamericana.

Por Cristo Nuestro Señor, Amén.

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