domingo, 1 de agosto de 2010

Ayudantes mágicos

La magia nos permite entrar en contacto con los cuatro elementos de la naturaleza para que sus criaturas, los elementales, se pongan a nuestro servicio.
Si vamos a analizar de qué está hecho el hombre, deduciremos que está formado por los cuatro elementos. Posee Aire ( espacios internos, pulmones, oxigeno de la sangre), Fuego (la combustión interna que produce calorías, temperatura corporal, movimiento), Agua ( los fluidos del cuerpo: sangre, saliva, orina, linfa), y Tierra aquello que incorporamos en forma de alimentos, de origen vegetal o animal, nuestro propio cuerpo materias, los metales que circulan en el cuerpo, etc)

Ahora sabemos que formamos parte de esos cuatro reinos, podemos tener poder sobre los mismos e invocar a cualquiera de sus criaturas.

La meta del mago es dominar el entorno que lo rodea y controlar los eventos a distancia. Para ello estudia como actúan los cuatro elementos dentro de si mismo y desarrolla técnicas para armonizarlos. Una vez que se halle en control de si mismo, sin miedos, ni fobias, ni angustias, podrá a los diferentes seres elementales para que le presten su ayuda.

La invocación a los seres elementales es una práctica relativamente sencilla y totalmente inofensiva que puede ser realizada por cualquier persona.

Los grupos de seres que se pueden invocar a través de la magia son:

Los Silfos, elementos que se corresponden con el elemento aire.

Los duendes y las Hadas son los seres elementales correspondientes al elemento tierra.

Las ondinas, sirenas y nereidas se relacionan con el agua.

Las salamandras pertenecen al elemento fuego.

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